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Por: Alejandro Meza


No podemos hablar del SUEUM y excluir el nombre de Eduardo Tena Flores, el histórico dirigente que ha ganado el respeto y la amistad de un gremio que camina al resguardo de su brazo protector. Muchos le conocen como el líder, otros como el secretario general, algunos como el licenciado Tena y los más antiguos, simplemente lo llamamos Lalo, con mucho afecto. El nombre es lo de menos, en todo caso, apreciamos profundamente los resultados positivos que el sindicato ha tenido bajo su dirigencia.
Este 23 de mayo, los empleados universitarios festejamos nuestro día y no resulta extraña la ratificación que los trabajadores hacemos, en justa ovación a nuestro líder, porque reconocemos su trabajo incansable en favor del organismo sindical, pero también valoramos la amistad que nos ha concedido a quienes hemos tenido la oportunidad de colaborar con él y con el sindicato.
Más allá del lombardismo y de toda ideología, Eduardo Tena Flores se ha nutrido de la experiencia y del sentido común, amalgamando un ideal a partir de su propia praxis vivencial. Esto ha repercutido en la conformación de un sindicato sólido, con capacidad de movilización y de respuesta inmediata, colocando al SUEUM como punta de lanza del sindicalismo nacional e internacional, con un modelo de lucha razonada, equilibrada y apegada a los principios de la ley.
La mezquindad, la hipocresía y la traición han merodeado la figura de Tena Flores, porque la ambición y el desfase de algunos, ha llegado a apoderarse de las mentalidades débiles de aquellos que han creído las alharacas de la disidencia; pero a pesar de sus esfuerzos vanos, jamás han logrado construir un liderazgo similar.
Lo cierto es que hoy, Eduardo Tena constituye la figura más importante del SUEUM y su nombre forma parte de la historia de nuestro sindicato, para beneplácito de los sindicalistas y fatalidad de los detractores. No se puede concebir un sindicato sin un auténtico líder y tenemos esa fortuna, para bienestar del organismo y de la propia Universidad Michoacana, porque Eduardo Tena Flores ha contribuido a establecer el equilibrio que necesita la institución educativa, erigiéndose como piedra angular del sindicalismo progresista y baluarte del nicolaicismo verdadero.


¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡VIVA ETERNAMENTE EL SUEUM!