Por: Alejandro Meza
La resistencia sindical nunca es fácil, mucho menos cuando se enfrenta a un aparato represor, obcecado en pasar la cuenta de los abusos de la corrupción a los trabajadores. La cacería sistemática, operada por Raúl Cárdenas, obedece al mandato del gobierno del estado y sus maniobras oscuras están encaminadas a debilitar a un gremio combativo que no han podido doblegar.
El SUEUM se ha mantenido firme en la postura de no firmar la propuesta de una reforma lesiva al sistema de jubilaciones y pensiones, no por capricho, sino porque aceptar los términos propuestos por las autoridades de manera unilateral, sería condenar a los trabajadores a un futuro de incertidumbre y de miseria.
Raúl Cárdenas, en la entrampada propuesta, pretende que renunciemos a una jubilación dinámica, mediante la conformación de un fondo constituido por cuentas individuales que se agotaría en poco tiempo, deslindando a la institución de cualquier responsabilidad, además de aumentar a 30 años de servicio para poder jubilarse, los cuales deberán combinarse con un mínimo de 50 años de edad biológica. Además se propone que el trabajador se retire con un salario regulador base, es decir, un promedio del salario percibido durante los últimos cinco años de servicio activo.
La negativa de aceptación a tal reforma no es mera necedad, como lo han querido difundir las autoridades; un sindicato inteligente como el SUEUM, no puede firmar un cheque en blanco, que significaría mutilar la Cláusula 73 del Contrato Colectivo de Trabajo y posteriormente la modificación o derogación del Artículo 29 de la Ley Orgánica de la Universidad Michoacana, dejando en estado de indefensión a todos los trabajadores jubilados.
La actitud desesperada de Raúl Cárdenas, ha traspasado los límites de la decencia, convirtiéndolo en promotor del divisionismo en nuestras filas, generando con ello la deserción de algunos afiliados, porque busca fortalecer al STUMICH, un sindicato blanco, dispuesto a entregar en bandeja de plata, no solo las jubilaciones, ni las prestaciones, sino la totalidad del Contrato Colectivo y por consiguiente, la estabilidad laboral de todos los trabajadores.
Vivimos momentos complicados y no podemos caer en las trampas de la rectoría; nuestra dirigencia sindical tiene la inteligencia y los recursos legales para garantizar el pago de todos los adeudos acumulados hasta este momento. Cárdenas Navarro apuesta al terror y la desesperación de nuestro gremio, pero nosotros tenemos la razón y muy pronto estaremos cosechando los resultados positivos de la lucha. No estamos dispuestos a rendirnos.
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡VIVA ETERNAMENTE EL SUEUM!