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Por: Alejandro Meza
Contra todos los pronósticos oficiales y a pesar de todo el aparato represor de Raúl Cárdenas, la mega marcha encabezada por el SUEUM, logró exitosamente el cometido de manifestarse en el centro histórico de la capital michoacana, en repudio de las retenciones salariales. La gran marcha tuvo el acompañamiento de nutridos contingentes sindicales, pertenecientes al Frente Cívico Social.
Tal parece que la rectoría universitaria ha perdido completamente la brújula y lejos de privilegiar el diálogo, adopta prácticas intimidatorias, que asemejan más a la comisión de actos delictivos que a las obligaciones institucionales de los funcionarios.
Más allá de un rectorado consecuente con el humanismo nicolaita, Raúl Cárdenas y sus subordinados se han dedicado a practicar una serie de actividades delictivas de manera estructurada en contra de los trabajadores afiliados al SUEUM, concertadas con el propósito de obligarnos a ceder nuestro derecho a jubilarnos dignamente.
Raúl Cárdenas Navarro ha retenido ilegalmente nuestros salarios, por un supuesto compromiso institucional y ante la negativa del SUEUM, busca reprimir cualquier manifestación en su contra, amagando a los trabajadores con mentiras intimidatorias que pretenden inhibir la participación de los agremiados en las distintas actividades de lucha sindical, demostrando con ello que vamos por el camino correcto de lucha y que las medidas del rector y sus lugartenientes son producto de maniobras desesperadas por no lograr su cometido.
El repudio general de la clase trabajadora fue generalizado y el fervor en contra del rector y del gobierno durante la marcha, solo demuestra el rechazo a los abusos autoritarios ejercidos por las autoridades, bajo el mando de Raúl Cárdenas, el obediente jerarca nicolaita, al servicio de los poderes fácticos y cruel verdugo de sus trabajadores.
Los cálculos del rector no fueron los esperados, porque sus operadores no pudieron evitar que el SUEUM encabezara una marcha multitudinaria con la participación decidida de miles de sindicalistas iracundos dispuestos a protestar en contra de una administración inepta que delinque al resguardo de las instancias estatales, pero debemos advertirle que nuestra lucha ya se encuentra fuera de las fronteras mexicanas, lejos del alcance de sus protectores; más allá del estado de derecho que ha venido violentando impunemente.
Nuestra batalla apenas inicia y estamos seguros que saldremos victoriosos, porque tenemos la razón y la confianza en nuestras decisiones, siempre razonadas con la inteligencia que adolecen los asesores del Raúl Cárdenas, quienes lo han conducido a enlodar su nombre, convirtiéndolo en un ser despreciado por la comunidad, pero sobre todo por todos los que alguna vez le concedimos el respeto a su palabra.


¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡VIVA ETERNAMENTE EL SUEUM!