Por: Alejandro Meza
La división es uno de los más pesados lastres que enfrenta el sindicalismo mexicano; tal como lo señala la citada máxima atribuida a Julio Cesar: Divide y vencerás. Esta premisa ha sido aplicada exitosamente al interior de innumerables organismos, con resultados devastadores en sindicatos y organizaciones de diversa índole, porque el canto de las sirenas ha logrado permear y convencer para luego destruir.
Durante décadas, en las entrañas del SUEUM, han existido constantes tentativas divisorias, por aquellos entes perversos que buscan posicionarse, acompañados de poderes facticos, utilizando la calumnia y la infamia como vía para generar confusión y destruir los logros obtenidos como sindicato; sin embargo, la sólida asimilación de los principios sindicalistas y la entereza moral de cada miembro, ha construido un sindicato acorazado contra el adversario, saliendo ileso de las embestidas.
Cada sueumista es un soldado dispuesto a la defensa del gremio y de la dirigencia, porque la congruencia del sindicalista va más allá del simplismo ilógico de la descalificación y del despecho. Eduardo Tena Flores es símbolo de unidad y de victoria y es imposible opacar los resultados obtenidos para beneficio colectivo.
Somos un sindicato unido, inmune a las alharacas, exento a la división y a la derrota, porque estamos dotados de la sensatez y la prudente cautela de un grupo de hombres y mujeres convencidos del camino correcto. Nuestros problemas internos se conducen por la vía de la legalidad, apegados en todo momento a las normas que nos rigen; porque solamente apegados al estado de derecho podemos mantener la disciplina que todo organismo sindical requiere para su adecuado funcionamiento.
Tenemos tatuado en la memoria el don de la solidaridad y de la gratitud y por ello reconocemos plenamente el liderazgo de Eduardo Tena Flores, como el promotor del crecimiento y consolidación de este glorioso sindicato. Estamos caminando a pasos firmes, con los pies bien plantados sobre el suelo, reconociendo las herencias importantes del pasado, pero sin dejar de analizar lo que el futuro nos depara.
Hasta el momento no han logrado dividirnos, mucho menos lograrán vencernos, porque es imposible tapar el sol con un dedo y las victorias que ostentamos son producto de la voluntad mayoritaria de un gremio que se siente complacido de mantener hasta el momento, los beneficios que nos han querido arrebatar.
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡LARGA VIDA AL SUEUM!