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SUEUM

MANIFIESTO

16 de noviembre de 2017

 

Tres años del rectorado de Medardo Serna han bastado para mantener a la UMSNH en la zozobra y la incertidumbre permanente de una crisis artificial, articulada por las altas esferas de la élite en el poder. ¿Cuál ha sido la razón de sostener en el cargo al más inepto de todos los rectores que han tenido la honra de portar la más alta investidura nicolaita?
No es un asunto de lealtad, porque Serna González no es fiel ni a la casa de estudios que lo formo como profesionista; mucho menos a quienes lo protegen. La permanencia del rector tampoco es producto de su intachable honestidad; porque la falta de transparencia y la rotunda negativa a la rendición de cuentas demuestran que los manejos financieros ocultan enormes cochineros contables que no pueden ser comprobados en las auditorías respectivas. Medardo Serna no respeta ni siquiera su firma, mucho menos su palabra, porque la mitomanía que padece se encuentra en fase terminal.
Medardo Serna ha logrado mantenerse en el cargo, pese a los escándalos bochornosos de su administración sombría. No ha sabido defender como hombre a la Universidad, ante los embates del neoliberalismo, forjando alianzas inmorales con los voraces depredadores de la institución, estableciendo con ellos pactos oscuros que conducen a la entrega de la autonomía y la dignidad de los universitarios; simulando siempre el acompañamiento de los gremios, con grupos de choque disfrazados de sindicalistas.
Mantener a un rector sin carácter en el cargo es equiparable a tener un títere sin raciocinio que permite la intromisión de fuerzas políticas ajenas en un territorio autónomo, permeando la vida interna sindical y desarticulando mediante presión todo tipo de pronunciamiento social estudiantil.
La Universidad Michoacana es creadora de conciencias, de hombres pensantes, donde las ideologías conforman la vida cotidiana de los universitarios. Resulta irónico que en una institución que es templo del saber, la directriz recaiga en el más negado de todos los pensantes, ante el beneplácito de sus protectores.
La designación de Medardo fue un error de fatales consecuencias; la Comisión de Rectoría debe reconocer que volvieron a tropezar. Serna ha sido un grave desacierto de los ex rectores, o de quienes bajaron la línea con nombre y apellidos y nombraron a un entreguista. Es tiempo de considerar los resultados obtenidos; los errores humanos se corrigen enmendando una mala decisión y acatando con firmeza el mandato conferido por la Ley Orgánica. Si el dedazo de unos cuantos lastima sensiblemente a toda la comunidad universitaria, es el momento de que la instancia que lo designó, lo remueva del cargo a la mayor brevedad posible.


Es insostenible continuar con la presencia de un rector cobarde y sumiso, cuyas debilidades rayan en el cinismo y el descaro. Ya pagó una quincena en abonos y no sabemos cuándo cubrirá el salario devengado, correspondiente a la primera quincena de noviembre. Para un rector inmoral, las bases laborales no importan y demuestra su indiferencia afirmando que no pagará esta quincena.
¿Qué más aberraciones se requieren para remover a un psicótico, enfermo de poder? La Universidad Michoacana es una institución histórica y no puede continuar en las garras de Medardo. Los nicolaitas merecemos mucho más que esto y no estamos dispuestos a tolerar a un ente desalmado que se ha llenado los bolsillos a costa de toda la comunidad.


¡UNIVERSIDAD O MUERTE!
FRATERNALMENTE
SINDICATO ÚNICO DE EMPLEADOS DE LA UNIVERSIDAD MICHOACANA
“Cuna de hombres y mujeres valientes, crisol de libres pensadores”