Por: Alejandro Meza
Desde el pasado 18 de junio, los trabajadores afiliados al STOOAPAS se vieron orillados a ejercer el paso recurso de la huelga, como última medida para exigir la reparación a las violaciones de su Contrato colectivo de Trabajo; pero además como una defensa para impedir la privatización del líquido vital.
La lucha que han emprendido los trabajadores del OOAPAS, impacta a todos los morelianos, porque se encuentra en juego la entrega del recurso natural a la inversión privada por parte de la actual administración, encabezada por Roberto Valenzuela, director del organismo y Alfonso Martínez, el alcalde con licencia que busca la reelección al municipio.
Las obsesiones monetarias de los jerarcas municipales no conocen la saciedad y mienten en contra de los huelguistas con la finalidad de consumar sus turbios negocios. No hay recursos para los trabajadores, sin embargo gastan sumas excesivas en spots de radio y en inserciones de prensa para denostar un movimiento de huelga legítimo que se opone rotundamente a sus intereses.
La visión porfirista de Roberto Valenzuela lo conduce por la postura miope del encono hacia los sindicalistas, porque son estos quienes han impedido que se consume la privatización del OOAPAS y arremete ferozmente contra el gremio, violentando sus derechos laborales, convirtiéndose con ello en un detractor de la ley que mancilla un Contrato Colectivo de Trabajo.
La huelga es un instrumento legal contemplado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley Federal del Trabajo y Roberto Valenzuela Cepeda no puede linchar mediáticamente a los trabajadores por este hecho, argumentando que cada día de paro cuesta más de un millón de pesos al OOAPAS. Si la huelga tiene costos onerosos, entonces la tarea del director consiste en asumir las medidas necesarias para destrabar este conflicto y si no existe la voluntad o la capacidad para generar las condiciones que permitan resolver la problemática; entonces Roberto Valenzuela debe renunciar para que llegue a esta dirección un perfil adecuado, que seguramente así será si los morelianos votamos este domingo con responsabilidad y con la certeza de que no existen los verdaderos candidatos ciudadanos.
¡Hasta la victoria siempre!
¡Viva eternamente el SUEUM!