SUEUM
MANIFIESTO
25 de octubre de 2018
A los valientes y combativos miembros del SUEUM
A la Comunidad Universitaria
Al Pueblo en General
Quien aprecia el valor de la palabra y la honra con acciones consecuentes, no necesita documentos que le respalden; pero a quién miente por compulsión, todo cuanto diga será absorbido por la duda. Unas horas antes de la quincena, Medardo Serna aseguraba que las nóminas de los trabajadores se cubrirían el mismo día de la quincena, porque tenía la certeza de contar el recurso para el pago.
A la fecha han transcurrido 10 días y la palabra del rector vuelve a quedar en entredicho, mientras los empleados universitarios continúan a la espera de recibir el salario devengado, mismo que se encuentra protegido por el Artículo 123 Constitucional, así como en el Artículo 99 de la Ley Federal del Trabajo que dice que: “El derecho a percibir el salario es irrenunciable. Lo es igualmente el derecho a percibir los salarios devengados.” Sin embargo Serna González parece ignorar estos conceptos, o lo que es peor, pasa por alto los mandatos de la ley.
La trascendencia de un rectorado implica valentía, decisión y honestidad; aspectos que en nada favorecen a Medardo Serna, quien durante los primeros años de su mandato careció del valor para desmarcarse del nocivo lastre de su antecesor, asumiendo decisiones erróneas en la administración universitaria, pero sobre todo, la ausencia de honestidad ha sido el principio que más ha golpeado a la institución y constituye el origen de la crisis que hoy padecemos los nicolaitas.
La administración de Medardo Serna se ha caracterizado por la opacidad y la mentira; factores que lo han ubicado al margen de toda gestión favorable, porque ni en el gobierno del estado ni en la federación hay quién crea en un hombre que se ha negado a transparentar las finanzas universitarias, bajo argumentos dudosos y mentiras, mientras los trabajadores universitarios pagan los costos de un nefasto rectorado.
La gestión de recursos del rector no fructifica porque él mismo se ha encargado de devaluar el valor de su palabra. Juan Ruiz de Alarcón decía que “en boca del mentiroso, hasta la verdad resulta sospechosa”.
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡UNIVERSIDAD O MUERTE!
COMBATIVAMENTE
SINDICATO ÚNICO DE EMPLEADOS DE LA UNIVERSIDAD MICHOACANA
“Cuna de mujeres y hombres valientes, crisol de libre pensamiento”