El silencio sepulcral que prevalece en la rectoría nicolaita es indignante porque hasta el momento nada se conoce sobre los avances de las gestiones que se hacen ante las distintas instancias para pagar los salarios de los trabajadores universitarios.
Reuniones constantes entre funcionarios, políticos y diputados son el único indicio de diversos avances en la gestión y más de 100 viajes a la Ciudad de México, con viáticos suntuosos con cargo al erario universitario, de los que solo se han obtenido “exhortos” que apelan a la buena voluntad de los gobiernos estatal y federal; pero lo cierto es que han transcurrido nueve días desde el vencimiento de la 1ª.-quincena de octubre y solamente resta una semana para que deba de cubrirse la segunda, lacerando severamente el sustento de los trabajadores universitarios, mientras el rector manda abrazos mediante un comunicado donde informa que sigue gestionando.
El problema de la Universidad Michoacana no es la falta de gestión, sino la efectividad de la misma y hasta este momento los resultados del rector para atraer recursos extraordinarios han sido nulos y todo se resume a un retraso criminal en los salarios que está ocasionando estragos en la plantilla laboral.
Desde el mes de enero se conocía que el presupuesto no alcanzaría para concluir el año, sin embargo esto no cobró relevancia hasta ahora que el dinero se ha terminado.
Después de varios días de silencio, se consigue un nuevo exhorto emitido por el Congreso de la Unión, para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde se fija la fecha del 31 de este mes para liberar recursos en favor de las 10 universidades en crisis; una fecha que aun en caso de concretarse, parece eterna para quienes vivimos de un salario, apenas suficiente para terminar una quincena. Por otro lado debemos considerar que exhortar es equivalente a pedir un favor o rogar, lo cual carece del factor de la obligatoriedad.
En el asunto de las despensas, la rectoría vuelve a cometer los mismos errores en la licitación y nuevamente pretende dar por terminado el contrato con el proveedor, retornando a la entrega de los productos a los que tenemos derecho los trabajadores.
Un mal rectorado no puede encabezar adecuadamente una gestión, porque carece de la calidad moral. Nuestra querida universidad se encuentra inmersa en una crisis financiera, producto de los recortes presupuestales, pero también de la precaria administración con la que se ha ejercido el presupuesto. ¿Cuánto cuesta cada viaje del rector a la Capital Mexicana?
Por todo lo anterior y por innumerables elementos más el Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana, ha decidido dejar a un lado el pacto de unidad con la autoridad universitaria, porque más allá del adecuado ejercicio de una gestión, Medardo Serna se ha venido dedicando a la simulación y los trabajadores universitarios no estamos dispuestos a participar en un montaje absurdo que está afectando severamente a nuestras familias.
La lucha de clases está más latente que nunca y los trabajadores dignos no podemos continuar al lado de quien nos golpea. Tenemos la razón y los recursos de la ley a nuestro alcance y la huelga constituye el elemento más valioso para exigir el salario que hemos devengado. ¡No podemos transitar los caminos de simulación por los que pretende llevarnos el rector!

¡Basta Ya!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡VIVA ETERNAMENTE EL SUEUM!