Foro de Jubilaciones, maquillaje para legitimar la postura oficial
Por: Alejandro Meza
De nueva cuenta el Consejo Universitario, de manera unilateral, asume la postura inquisitoria en contra de la clase trabajadora nicolaita, retomando el tema de jubilaciones y pensiones, mientras el oscurantismo financiero es el devenir cotidiano en la institución. SUEUM y autoridades hemos concluido en términos satisfactorios la revisión contractual, dando muestras solidarias hacía la Casa de Hidalgo, en una situación de crisis financiera que nosotros no generamos y de la que brotan muchas dudas con respecto a la transparencia en el uso de los recursos económicos.
Hoy persiste la idea obstinada de las autoridades en que la vía para abatir el déficit es llevar a cabo una reforma al régimen de Jubilaciones y Pensiones, pretendiendo con ello, afectar los derechos adquiridos de empleados y profesores universitarios y asumiéndolos como los responsables de un desfalco económico que no han podido demostrar las autoridades.
El maquillaje del asunto y la manipulación de la opinión pública se quiere perpetrar mediante la organización de los Foros Universitarios para el Fortalecimiento del Sistema de Jubilaciones y Pensiones, donde se convoca a los sindicatos a una supuesta presentación y discusión de propuestas, que más allá de una verdadera discusión, estos foros constituirían un medio para validar la ilegalidad de una reforma emanada de los intereses de la alta burguesía universitaria que a la fecha sigue enquistada en los principales mandos de la institución. Participar en los foros, incluso permitirlos, significaría avalar una contrarreforma ruin que solo beneficiaría los intereses políticos de unos cuantos, poniendo en riesgo el futuro de la clase trabajadora nicolaita y de todas las familias que dependen de esta.
Es inaceptable abordar un tema de carácter tan delicado, cuando las autoridades no han asumido el rol de responsabilidad que les corresponde en materia de transparencia y a la fecha se desconoce el destino de los recursos presupuestales, mientras el derroche de estos se sigue percibiendo en cada dependencia. Las medidas de austeridad solo son aplicables a los empleados, mientras el estatus de opulencia de los funcionarios es una muestra clara de la inequidad que prevalece en la institución. Renovación del parque vehicular, arrendamiento de edificios, construcción de obras con sobrecosto, exceso de personal de confianza contratado, salarios abusivos de los altos mandos, son solamente algunos de los temas que valdría la pena revisar más allá de la simulación de un foro, que además tendría un carácter inconstitucional, como ha sentenciado la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con referencia a una reforma similar en el Estado de Querétaro, que señala que: “el estado no puede obligar a los gobernados a escoger entre dos derechos humanos constitucional o convenientemente protegidos, a efecto de hacer efectivo uno de ellos. Tampoco se puede condicionar el acceso a determinados beneficios estatales a que las personas renuncien, incluso, de forma voluntaria, a sus libertades constitucionales”.
¡Hasta la Victoria siempre! ¡Viva el SUEUM!