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SUEUM

MANIFIESTO

21 de febrero de 2017

A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
A LOS SINDICATOS HERMANOS
AL PUEBLO EN GENERAL

 

Todos los que integramos la Comunidad Universitaria reconocemos en Salvador Jara Guerrero, como la siniestra figura que encarna al peor de los perfiles que han asumido la investidura como rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. De igual manera, los michoacanos lo recordamos como a peor de los gobernadores que ha tenido del Solio de Ocampo.


En su funesto paso por la rectoría universitaria, Jara Guerrero protagonizó una inmoral persecución en contra de los sindicatos nicolaitas, de las organizaciones estudiantiles y de todo organismo que se opusiera a su política despótica. Hoy salen a relucir las cuentas imprecisas de una administración universitaria que desfalcó las arcas presupuestales de la Casa de Hidalgo, dejando un déficit financiero por mil 116 millones de pesos. El despilfarro, los malos manejos y la rapacidad de Jara Guerrero y de su equipo de colaboradores contables, que sin licitaciones de por medio desviaron recursos onerosos mediante la operación de empresas de subcontratación, violentando con ello los Contratos Colectivos de Trabajo y las normas requeridas para la transparencia en el ejercicio del presupuesto. Todo esto, aunado a la ineptitud y la arrogancia de Jara Guerrero precipitaron a la Universidad Michoacana a la crisis que enfrentamos actualmente.


En declaraciones recientes, Fausto Vallejo Figueroa señala a Salvador Jara como un sujeto que no tuvo la capacidad para dirigir la institución nicolaita, con quien señala el ex gobernador de Michoacán, “ni los sindicatos querían platicar con él…y ahora viene a pontificar lo que debe hacer la Universidad, cuando él no lo hizo”. El Licenciado Vallejo Figueroa afirma haber entregado a Jara Guerrero 2000 millones de pesos para rescatar la situación financiera de la Universidad, que en ese momento, el recurso no solamente hubiera abatido el déficit, sino que hubiera colocado a la institución con un superávit monetario y hasta la fecha no queda claro dónde quedaron esos recursos monetarios, debido a la falta de transparencia que aún prevalece en la máxima casa de estudios del estado.


El encono de Salvador Jara hacía la Universidad Michoacana le ha impedido que saque las manos de los asuntos que sólo nos competen a los nicolaitas y ahora pretende condicionar la asignación de un presupuesto suficiente, a cambio de la modificación del actual régimen de Jubilaciones y Pensiones; cuando el propio Jara es beneficiario directo de ese sistema, mediante el cual ahora goza de un salario vitalicio superior a los cincuenta mil pesos mensuales.


En un acto de la lógica más elemental, Jara Guerrero fue nombrado como Gobernador Sustituto, como premio al despotismo y a la ineptitud, creando con la máxima investidura michoacana, un monumento a la inmoralidad y al servilismo hacia el virreinato enquistado en el estado durante ese periodo. Los olmos no producen peras y los resultados no podían ser satisfactorios y a los michoacanos nos toca ahora vivir las consecuencias nefastas de quien dotó de alas a un alacrán: El déficit que dejó Jara Guerrero en el estado, asciende a los 6,900 millones de pesos. Desvió de recursos, nepotismo, tráfico de influencias, peculado y muchos otros ilícitos son seguramente las líneas de investigación que necesitamos conocer los michoacanos para poder confiar en la justicia.


Los excesos de Salvador Jara Guerrero no pueden quedar en la impunidad; en lo administrativo debe ser inhabilitado de inmediato del ejercicio de la función pública. En lo penal debe ser procesado conforme a las normas establecidas y pagar todo el daño causado en las instancias que han tenido el infortunio de su paso.

COMBATIVAMENTE
SINDICATO ÚNICO DE EMPLEADOS DE LA UNIVERSIDAD MICHOACANA