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SUEUM

MANIFIESTO

 24 de febrero de 2017

A todos los trabajadores afiliados al SUEUM

 

Es complicado fortalecer un FRENTE, cuyos principios fundacionales emanan de la traición y la ambición desmesurada de quienes lo encabezan. No se puede construir a partir de la calumnia y la descalificación, pero sobre todo desde la pretensión divisionista y del encono entre compañeros de un mismo gremio. Hoy las aguas vuelven a su cauce y los verdaderos sindicalistas estamos convencidos de que solamente la unidad nos dota de la fuerza ante el adversario.

La desesperación de quienes mal dirigen el grupo de esquiroles es más evidente cada día, porque los instrumentos de fraude y de mentira se han ido destapando ante la molestia e indignación de sus propios seguidores, que han despertado del letargo en el que se encontraban sumergidos. Quién traiciona una vez lo hará siempre y los propios simpatizantes del grupo opositor no son la excepción, también son objeto de traición.


Ambiciones, intereses personales, promesas incumplidas y un proceso de expulsión en curso, son solamente algunas de las problemáticas que enfrentan los seguidores del llamado FRENTE y ahora deberán asumir los costos del desacato en la pasada huelga. La rebeldía no se demuestra en la desobediencia gremial, sino en el compromiso de lucha por el beneficio colectivo. Las medidas disciplinarias no son una cacería de brujas, sino un proceso transparente apegado al estatuto que nos rige y que todos debemos respetar.
Fueron múltiples expectativas y promesas de acciones ilegales ofrecidas por los esquiroles a los seguidores del frente: basificaciones, tarjetas de apoyo, promociones, sin considerar que al aceptar tales beneficios se estaban violentando derechos de terceros. La ambición de ilusos compañeros, al igual que la codicia desmedida e inmoral de los cabecillas hoy les coloca en un callejón sin salida, al lado de un pseudo líder que ya ni siquiera se digna a responder las llamadas de quienes exigen cuentas de un “beneficio que pagaron”, mientras escuchan el reproche de que “eso les pasa por juntarse con los morados”.

Es evidente el descontento y por ende, la ruptura inminente de un grupo minoritario que emergió sin un principio ideológico de clase, auspiciado por el facto de Jara Guerrero y con miras a la desarticulación sistemática de nuestro sindicato. Al gran matemático le fallaron las cuentas y nunca calculó que el verdadero liderazgo del SUEUM está más vigente que nunca. Quien traiciona a su propio sindicato se traiciona a sí mismo y no hay lugar para la clemencia; porque tenemos la obligación de salvaguardar la estabilidad sindical y de impedir la incursión del enemigo en nuestras filas. El procedimiento de expulsión no es un acto radical de represión ante la oposición, sino del reclamo generalizado de una base que exige con dignidad el respeto a una organización de historia y principios combativos.
En la pasada Asamblea General dimos muestras contundentes de unidad y de respeto a nuestro gremio y a los órganos de dirigencia que lo integran. Terminaron los tiempos de división, hemos llegado a la madurez y somos capaces de ponernos de acuerdo entre nosotros para solucionar las diferencias. La vida interna camina favorablemente y los procesos disciplinarios concluirán muy pronto y con ello el sindicato sólido que merecemos los sindicalistas verdaderos, los que luchamos incansables cada día para lograr objetivos comunes que impactan en el bienestar de nuestras familias y que no estamos dispuestos a poner en riesgo una vida entera de lucha y compromiso.

FRATERNALMENTE


Por un sindicato libre de esquiroles
¡Ni perdón ni olvido!
¡Hasta la victoria siempre!
¡Viva el SUEUM!