Por: Alejandro Meza
Dice una voz popular que “el horno no está para bollos”; de esa misma manera Eduardo Tena Flores ratifica el compromiso de los trabajadores universitarios con la institución, afirmando que “no están los tiempos para jugar con huelgas”. Compartimos ese punto de vista, ahora que las autoridades nicolaitas han asumido finalmente la responsabilidad inherente a los cargos de funcionarios que ostentan y existe el compromiso fehaciente para reparar en gran medida las violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo del SUEUM.
Existen visos de solución al problema financiero que enfrenta la Universidad Michoacana y podemos mostrar un grado reservado de optimismo con respecto al pago en tiempo y forma de la próxima quincena. Es evidente la fuerza del nicolaicismo, producto de la unidad de todos los sectores de la comunidad, pero sobre todo, la alianza con los sindicatos titulares en el acompañamiento de la gestión.
Tuvieron que transcurrir más de tres años para que Medardo Serna se diera cuenta que solamente se puede construir un bloque poderoso partiendo de la realidad ineludible de los sindicatos auténticos; aquellos que representan la mayoría de los trabajadores y que constituyen el pulso de la Máxima Casa de Estudios.
El cambio de actitud de algunos funcionarios universitarios y la muy probable obtención de recursos parecen diluir el fantasma de la huelga, sin embargo no debemos olvidar que aún persisten temas económicos pendientes que tendrán que resarcirse a la brevedad.
Las autoridades tienen la última palabra y deben valorar si es conveniente retornar a los momentos de álgida rispidez, provocada por actores ajenos a la relación entre la Universidad y el SUEUM. Es necesario atender lo respectivo al trato despótico a los sindicalizados por parte del personal de contraloría, explicar y reintegrar inmediatamente las cuotas sindicales descontadas nuestro sindicato y entregadas arbitrariamente al STUMICH, urge aprobar las promociones del personal adscrito a las oficinas sindicales, cuyos movimientos han sido congelados de manera unilateral sin una explicación legal convincente. El patrón es la UMSNH y no existe ninguna razón para discriminar a este grupo de trabajadores.
El horno no está para huelgas y los trabajadores así lo entendemos. El rector y su equipo de colaboradores están haciendo la parte correspondiente, pero aún quedan heridas profundas que tienen que ver con respeto y dignidad y estas no cicatrizan de la noche a la mañana.
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡VIVA ETERNAMENTE EL SUEUM!